Reseña

Hoy más que nunca necesitamos, como dice Carl F.H. Henry, "discípulos creativos que conozcan por fuera al mundo y a Cristo por dentro, y que puedan unir a ambos de una manera auténticamente bíblica, intelectualmente apremiante y espiritualmente poderosa". Eso quiere decir discipulado sin límites: programas que formen discípulos, preparados de tal manera que cada discípulo alcance el mayor número posible de almas perdidas. La tragedia es que muy pocos cristianos han sido discípulos con visión y estrategias que alcancen hasta los fines de la tierra. Este libro se ha escrito con el propósito de remediar dicha deficiencia.